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Propietarios de vehículos no importados legalmente a México -“chocolate”- de esta frontera de Sonora, pidieron a candidatos a diputados federales un esquema de regularización para las unidades.
El automovilista dueño de un vehículo no importado y residente de la colonia Campestre, Víctor Pérez Vázquez, mencionó que sería deseable una ley para que se puedan importar los vehículos pero que no sea muy caro.
“Aquí compramos un carro usado en 300 dólares al otro lado (Arizona o California) y se tienen que pagar mil 500 dólares por importarlo. Entonces la gente por eso la piensa para importarlo”, expuso.
Mencionó que ahora habrá elecciones de nuevos diputados federales, harían una buena obra si aprueban un decreto que permita a las familias asegurar el patrimonio de trabajo o transporte que significa un automóvil.
Al respecto, el vocero de la Confederación de Comerciantes Unidos de la Franja Fronteriza (CCUFF) en la región, Edgardo Silva, consideró que en algunas ciudades fronterizas los impuestos de importación son altos de acuerdo al modelo y año.
Por ejemplo, importar un vehículo de la marca Nissan modelo Sentra, año 2008 cuesta entre mil 400 y mil 600 dólares, describió.
Opinó que los elevados costos en el precio de las importaciones desmotivan la legalización de las unidades, por lo cual los ciudadanos prefieren internar sus vehículos de forma ilegal y arriesgarse a ser detenidos.
Mencionó que desde septiembre de 2014 la mayoría de negociantes e importadores de vehículos usados procedentes de la Unión Americana, decidieron dejar de internar unidades.
NTX
