Especialistas confiaron en que la reforma educativa traerá cambios positivos, aún por encima de los intereses creados que se oponen, aunque reconocieron que se darán en el mediano y largo plazos.
En el debate auspiciado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), coincidieron en que la reforma es amplia, tiene muchas implicaciones y sus resultados son impredecibles, pues se comparan con los objetivos planteados.
Al acto asistieron Margarita Zorrilla Fierro, consejera de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación Educativa; David Calderón, director de la fundación Mexicanos Primero; Miguel Alonso Raya, profesor y diputado perredista, y Maridé Madrigal, del Partido Nueva Alianza.
Señalaron que no puede hablarse de un enfrentamiento entre buenos y malos porque cada parte tiene su responsabilidad.
David Calderón y Margarita Zorrilla expusieron algunas de las anomalías producidas en la relación entre el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y las autoridades, que permitían el desperdicio de recursos y la falta de compromiso de los maestros con sus alumnos.
Zorrilla Fierro planteó que la reforma introduce nuevas formas de relación que poco a poco, idealmente, desplazarán a los maestros no comprometidos con otros que se integren a partir de los nuevos concursos para ocupar las plazas que ya están en marcha.
A su vez, David Calderón hizo notar que más que una reforma educativa, la primera etapa parece una reforma administrativa o normativa del sistema educativo, pero en el futuro tendrán que repercutir esos cambios en el ámbito educativo, lo que no será inmediato sino más bien en el mediano y largo plazo.
NTX