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El agotamiento y la degradación de los recursos naturales le representa a México un costo del 6.3 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB), además de que más del 30 por ciento de los alimentos son desperdiciados, refirió la ONU. La coordinadora residente de la Organización de Naciones Unidas (ONU) México, Maureen Birmingham, comentó que también más de mil 600 millones de toneladas de alimentos se desperdician cada año, al mismo tiempo que mil millones de personas viven en desnutrición.
En el marco del Día del Medio Ambiente, la también representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) refirió que de acuerdo con últimos datos desde el año 1986 se consume más de lo que la naturaleza puede regenerar.
Ello, subrayó, implica que de continuar con la demanda de consumo actual y considerando el crecimiento de la población, que se prevé en nueve mil 600 millones de habitantes para el 2050, “se necesitarían tres planetas para satisfacer los patrones de consumo actual”.
Destacó que bajo este panorama, es importante fomentar dentro de la agenda en todos los niveles (federal, estatal y municipal) el uso eficiente de recursos, así como la producción y consumo sostenible como una vía para mejorar la calidad de vida.
“Tenemos una oportunidad única para aprovechar esta celebración del Día Mundial del Medio Ambiente en México para estimular acciones más específicas de cara a las decisiones que se tomarán en el Agenda de Desarrollo Post 2015 en Nueva York y la COP 21 en Paris, porque solo tenemos un planeta”, manifestó.
A su vez, Dolores Barrientos, representante del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), refirió que en México se promueve el uso eficiente de los recursos, así como la producción y el consumo sostenible como un medio para reparar la calidad de vida.
Refirió que más del 30 por ciento de la comida producida se pierde o se desperdicia, lo que tiene un costo de aproximadamente mil millones de dólares al año, y al menos la mitad de ese desperdicio sigue siendo apto para el consumo humano y podría alimentar a 800 millones de personas.
Advirtió que de continuar con los patrones de consumo y producción actual, a finales de este siglo se tendría un incremento en la temperatura global de alrededor de tres grados centígrados, con lo que los impactos del cambio climático se acentuarían más.
Lo anterior provocaría mayores patrones de migración, estrés hídrico, presiones en la producción de alimentos, resurgimiento de enfermedades erradicadas, alertó Barrientos.
Detalló que el 93 por ciento de los materiales usados en la producción no terminan como producto vendido; el 80 por ciento de los productos fabricados se convierten en residuos después de su uso, reflejando la falta de capacidad de reciclados.
Ante este panorama, enfatizó que es urgente revalorar el sistema alimentario ya que es el responsable del 80 por ciento de la deforestación del planeta ante la demanda de alimentos.
De ahí la necesidad de desacoplar, que es haciendo más con menores recursos naturales, refirió.
NTX
