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En México, los progresos en la reducción de la mortalidad infantil han sido exitosos y se requiere que en el presupuesto de 2016 se garantice que los programas para este objetivo no sean afectados, consideró la organización Save the Children.
La vicepresidenta del Consejo Nacional de ese organismo, Lourdes Aranda Bezaury, comentó que también es importante que los recursos destinados a estos programas sean ejecutados de manera transparente y efectiva.
“Es necesario que dentro de la planeación presupuestal para 2016, en donde se han anunciado recortes importantes, se garantice que los programas clave en salud materno-infantil no sean afectados y que reciban los recursos necesarios”, manifestó en conferencia.
Por ello, recomendó desarrollar mecanismos efectivos de evaluación de impacto de esos programas, que permitan conocer de forma clara y transparente los efectos positivos en la salud de las madres y sus hijos.
En el marco de la presentación de una serie de investigaciones que revelan los principales retos que enfrenta México para garantizar el derecho a la salud de las madres e hijos, destacó que el país ha hecho esfuerzos relevantes para cumplir con el derecho a la supervivencia, salud y alimentación de los niños.
Aranda Bezaury señaló que a través de un índice internacional de desarrollo anual mediante el cual Save the Children califica los mejores y peores países para ser madre, este año México ocupó el puesto 53 de 179 naciones evaluadas.
De acuerdo con este Índice Anual sobre Maternidad, dijo, México se colocó por debajo de países latinoamericanos con ingresos similares como Argentina, Cuba, Costa Rica y Chile.
Precisó que este ranking se nutre de información sobre la participación económica y política de la mujer, el acceso a la educación y sobre todo de los índices de mortalidad infantil y materna.
Además, comentó, con base en las investigaciones de esta organización por la defensa y promoción de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, el principal reto del gobierno mexicano es superar la falta de equidad.
Expuso que los menores de edad que nacen en condiciones de pobreza no cuentan con las mismas posibilidades de sobrevivir y desarrollarse que quienes lo hacen en circunstancias favorables, además de que sus madres no cuentan con servicios de salud de calidad.
Así, destacó, que el éxito en la lucha contra la iniquidad en la salud infantil implicará que ninguna niña o niño muera por causas prevenibles, y sólo a través de inversión eficiente en infancia se romperá el ciclo de la pobreza en el país.
NTX
