El embajador de México en Japón, Carlos Almada, enfatizó que es tiempo de deshacerse de las armas nucleares mientras todavía haya oportunidad, por lo que México impulsa la consideración del daño que éstas hacen y sus consecuencias como base de una prohibición necesaria.
El diplomático viajó a Nagasaki, para asistir en representación de México en la ceremonia conmemorativa de los setenta años del lanzamiento de la bomba atómica en dicha ciudad japonesa, la cual fue presidida por el Primer Ministro japonés Shinzo Abe.
En declaraciones, recordó que las armas nucleares son las únicas de destrucción en masa que no son objeto de una prohibición expresa por el derecho internacional.
Por ello, subrayó que esta situación facilita la percepción de algunos de que estas armas confieren un supuesto “prestigio” a sus poseedores, o de que éstas son garantes de la seguridad colectiva, conceptos rechazados por México prácticamente desde el nacimiento de la era nuclear.
De igual modo, afirmó que México ha sido unos de los principales promotores de la llamada “Iniciativa Humanitaria” -a través de la presentación de una declaración conjunta en diversos foros- sobre las consecuencias de las armas nucleares como base de las acciones de desarme y como razón para que no sean utilizadas de nuevo, bajo ninguna circunstancia.
NTX