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Contrario a lo que se pudiera pensar, México cuenta con el mayor número de empresas comunitarias sustentables certificadas en el mundo, siendo las que trabajan en el ramo forestal las que más destacan por su alto potencial de desarrollo.
Por ello, el coordinador nacional de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), José Sarukhán Kermez, consideró que las empresas de ese tipo han demostrado que son lo que requiere el país.
Al participar en la presentación del libro “A vuelo de pájaro. Las condiciones de las comunidades con bosques templados en México”, reconoció la labor de las académicas del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, Leticia Merino y Ana Eugenia Martínez, para elaborar esa investigación que calificó como “una de las más completas que se hayan hecho hasta el momento”.
Destacó que lo abordado en este estudio permite corroborar que conviene apoyar la multiplicación de las comunidades rurales con vocación forestal, pues han demostrado ser el tipo de empresa sustentable que requiere el país.
Reconoció que dichas comunidades han mostrado ser más que eficientes en el manejo de los recursos forestales, incluso por encima de las mismas instituciones gubernamentales dedicadas a esa actividad, aunque también se trata de las comunidades menos apoyadas.
Como resultado de ello, muchas comunidades rurales que viven en los bosques no aprovechan el potencial de sus recursos naturales y acaban por migrar a las ciudades y a Estados Unidos, por lo que terminan siendo comunidades que dependen altamente de las remesas que les envíen.
Ante ello, aseveró que México requiere de una política real, no de caridades, sino de estímulos reales para que estas comunidades puedan producir y generar riquezas a partir de sus propias fuentes que son muchas.
Al respecto, Leticia Merino destacó que en casi 40 por ciento de las comunidades visitadas durante su investigación no sacan un peso de esa actividad, sin embargo tienen áreas naturales protegidas, resultado de una decisión comunitaria y las mantienen vigiladas con mayor eficacia que muchas de las que protege la federación.
De hecho, aseguró que con este libro se agruparon por primera vez índices de actividades de conservación y presión que existen sobre los diferentes bosques, y qué tanto han experimentado plagas e incendios, así como la evaluación de la tala y el uso de suelo ilegal.
Al final del estudio se destaca que, contrario a lo que pudiera pensarse, entre mayor es el desarrollo económico y mayor sea la utilidad forestal, menor es la corrupción que se produce “y esto es muy consistente”.
Asimismo, aseguró que entre mayor desarrollo presenta la economía forestal, las comunidades se esmeran por llevar a cabo más medidas y actividades de conservación y hay más comunidades con reservas y actividades de protección.
De la misma forma, aseguró que se encontró que al generar mayor desarrollo económico, mayor organización comunitaria se produce, por lo que insistió en que estos son rasgos suficientes para insistir en que México cuenta con un potencial forestal que debe aprovechar.
El análisis de “A Vuelo de Pájaro” aborda un análisis hecho de una muestra aleatoria de 100 comunidades ubicadas en los bosques templados de Durango, Guerrero, Jalisco, Oaxaca y Michoacán.
Asimismo, destaca que entre 60 y 70 por ciento de los bosques mexicanos son manejados directamente por comunidades indígenas, cuyo modelo comunitario constituye una experiencia pionera a nivel mundial que es considerada como modelo y replicado por otras naciones a pesar de ser poco valorada en el propio territorio nacional.
NTX
