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Un importante sector del continente americano reconoce lo necesaria que es la integración de Cuba a las políticas, económicas, sociales y culturales del mundo, aseveró la investigadora del Centro de Estudios Hemisférico y sobre Estados Unidos de la Universidad de la Habana, Olga Rosa González Martínez.
En entrevista con Notimex, dijo que el anuncio de los presidentes Barack Obama y Raúl Castro, el 17 de diciembre de 2014, para desbloquear económica y políticamente a la isla, después de 54 años, sorprendió a todos los cubanos.
“Estábamos en un evento de la segunda ronda de conversaciones entre Cuba-Estados Unidos, y fue de lo más impresionante ver a una persona como Weyne Smit, ex jefe de sección de intereses estadounidenses en Cuba, llorando, lo oí, yo no pensé que fuera a ver esto. Y lo primero que dijimos es, ¿por qué pasó esto?”, dijo.
González Martínez mencionó que por su parte, el gobierno de Raúl Castro trabaja en todo un proceso de actualización del modelo económico cubano, que desde el exterior le llaman reformas económicas, que están encaminadas a desarrollar eso que desde el discurso político cubano ya no es socialismo próspero sostenible y que incluye una ampliación de la inversión extranjera en Cuba.
Se busca la autorización a más de 200 actividades, de “cuentapropismo o self employment”, o auto empleo que ha incluido otras formas de propiedad que no está determinadas en varios sectores como el transporte, la construcción, la industria inmobiliaria y evidentemente eso lo ha notado Estados Unidos como un cambio positivo en la política del gobierno de Castro.
Refirió que hay una serie de prohibiciones que el gobierno cubano eliminó como la venta de autos y de casas, entre otros.
Por otro lado, dijo que “hay un reconocimiento en la región que Cuba es un actor importante” y destacó el papel que tuvo en África, fundamentalmente en los últimos meses en la lucha contra el ébola, que ha sido reconocido internacionalmente por Naciones Unidas, Europa, hay un reconocimiento para Cuba como nación.
La catedrática de la Universidad de la Habana mencionó que Cuba ha sido muy positiva para la imagen presidencial de Obama, de Estados Unidos y del Partido Demócrata. “Obama estaba obligado a hacer algo y en lo personal estoy muy contenta de lo que ha hecho y lo que hizo”.
“Nosotros hemos sido más cautelosos en los análisis cuyos resultados reales se van a ver más en el mediano y largo plazo que en el corto plazo, eso es un hecho. Obama por ejemplo, ha autorizado a empresas norteamericanas a invertir en Cuba, en sectores como la agricultura, transporte, telecomunicación, para ayudar a la demás sociedad civil cubana que se desarrolla desde el punto de vista privado”, señaló la investigadora.
González aseguró que en Cuba se recibió muy bien la noticia, con mucho optimismo y esperanzas, pero aseguró que no ha habido euforia por parte de los cubanos, porque la relación entre Estados Unidos y la isla ha sido “muy traumática”.
Refirió que no es un conflicto que comenzó en 1959 como a veces se piensa, no con la revolución cubana, sino que tiene sus raíces históricas que no se pueden obviar, y que datan desde el mismo proceso de la fundación de la nación estadounidense.
“Desde ahí vienen todas las políticas que ha habido desde la ley de gravitación política, el Destino Manifiesto, la Doctrina Monroe, toda la relación asimétrica que ha habido, entre Cuba y Estados Unidos, y que se manifestó de manera abierta, notable, evidente, pero sobre todo en el periodo republicano, tratados de reciprocidad permanente entre Cuba y Estados Unidos”, explicó la investigadora.
Dijo que todo puede ser, incluso reversible, “aunque no pensamos que vaya a ser reversible, es una decisión de Obama en el uso de sus poderes ejecutivos, pero hasta ahora no se ha levantado el bloqueo”, anotó.
“Hay una falta de confianza y hay que felicitar al gobierno de Raúl Castro al manifestar una política extraordinaria de poner a un lado toda esa falta de desconfianza histórica matizada, también por la relación compleja entre los dos países”, indicó.
“Vamos a negociar con Estados Unidos, sobre la base de la igualdad, respeto mutuo, el respeto a la soberanía, e independencia cubana y dejar a un lado quizás eso que se pudo entender en Cuba como un acto de debilidad a la hora de negociar con los Estados Unidos”, manifestó.
Reiteró que para muchos cubanos, sentarse con Estados Unidos puede interpretarse incluso como una concesión, por esa misma historia traumática, “sin embargo Raúl Castro está en total realismo y capacidad de decir: vamos hablar en condiciones de igualdad”, ápuntó.
“La soberanía no es negociable, Cuba puede lograr determinadas inversiones, empresas extranjeras, pero que quede algo claro, lo que es suelo cubano se mantendrá como propiedad de los cubanos, eso lo tiene todo mundo muy claro en este país”, enfatizó.
NTX
