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El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, indicó que ha existen incentivos de diálogo entre la industria azucarera mexicana y norteamericana para que nos e perjudique a ninguno de los dos países.
Dijo que ello “nos abre la posibilidad para que en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), donde hay un comité de edulcorantes podamos establecer un diálogo e “impedir que lleguemos al punto donde se establezcan, inclusive, las medidas precautorias antes de llegar a una determinación final”.
Asimismo, dijo que se debe buscar un esquema de producción y cosecha del azúcar que permita dar estabilidad a los mercados.
El funcionario explicó que si bien en 2008, las exportaciones de azúcar a Estados Unidos quedaron liberadas en el marco del TLCAN, el problema fue durante el ciclo 2012-2013, en el cual México logró una zafra récord, lo que provocó un sobrante de más de 2 millones de toneladas, lo que incentivo a los productores envía el commoditie a Estados porque le da un beneficio mayor en cuanto a precio.
Refirió que el año pasado enviamos excedentes de azúcar del orden de 2.4 a 2.5 millones de toneladas al mercado norteamericano, el cual ha servido como un mercado complementario y donde mejor precio pagan, que en el mercado global.
A juicio del funcionario, como cifra objetivo de México sería enviar a Estados Unidos 1.5 millones de toneladas de azúcar a nuestro vecino del norte, lo que daría estabilidad al mercado.
En contraste, importamos fructuosa, el equivalente a un millón de toneladas de azúcar, “el mínimo para mandar es un millón de toneladas de azúcar, para compensar lo que nos mandan de fructuosa”.
En opinión del funcionario, la relación con América del Norte debería tener como común denominador la integración competitiva frente a o tras regiones del mundo, sin embargo, reconoció que México y Estados Unidos ha tenido casos emblemáticos como el del jitomate, “que es mucho más representativo que ningún otro, porque hubo un acuerdo entre productores y se llegó a un esquema de determinación de precios”, lo que permitió lo que llamamos una suspensión del proceso en Estados Unidos”.
No obstante, el funcionario reconoció que en el caso del azúcar el mercado de edulcorantes es más complejo porque el azúcar que enviamos a nuestro vecino del norte la fructuosa que importamos de ese país son perfectos sustitutos, entonces, “es un mercado que tiene un balance muy delicado y estamos conscientes de ello”.
Indicó que al analizar las cifras históricas de exportación de azúcar mexicana, rara vez se había superado el millón de toneladas, pero cuando se suscitó la catástrofe de las inundaciones en el sur de Estados Unidos, el país requirió mucho más azúcar, fue cuando subimos más de un nivel de toneladas y la verdad es que fue atípico lo que les mandamos el año pasado”.
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