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La Secretaría de Cultura del Distrito Federal ofreció una rica gama de actividades en literatura, teatro, danza, música durante este 2014, en espacios como el Zócalo capitalino, los teatros de la Ciudad “Esperanza Iris”, Sergio Magaña y Benito Juárez, al igual que el Foro A Poco No y el Museo de la Ciudad de México.
La dependencia a cargo del poeta Eduardo Vázquez Martín, conmemoró este año el centenario del natalicio de los escritores Octavio Paz (1914-1998), Efraín Huerta (1914-19982) y José Revueltas (1914-1976).
El programa incluyó la develación de la inscripción en letras de oro de los nombres de cada uno en el Muro de Honor del Salón de Sesiones de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), así como conferencias, presentaciones editoriales, sesiones de lecturas, exposiciones, campañas de difusión de su obra en el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro y conciertos, entre otras.
Además, con diversos actos recordó a autores que fallecieron durante este periodo y otros que dejaron huella con su legado como José Emilio Pacheco (1939-2014), Juan Gelman (1930-2014), Federico Campbell (1941-2014), Emmanuel Carballo (1929-2014), Gabriel García Márquez (1927-2014), Carlos Monsiváis (1938-2010), Alejandro Aura (1944-2008) y Carlos Fuentes (1928-2012).
Estos escritores, junto con otros autores y personajes como Adolfo Bioy Casares, Dylan Thomas, Julio Cortázar, Marguerite Duras, Nicanor Parra, Oscar Lewis y William Burroughs, fueron protagonistas de la XIV Feria Internacional del Libro en el Zócalo de la Ciudad de México.
Este encuentro de las letras, celebrado del 10 al 19 de octubre de 2014 en el Zócalo capitalino, concentró a 292 expositores y la oferta de más de 350 sellos editoriales, además de brindar alrededor de 750 actividades artísticas y culturales.
La Feria recordó al poeta Alejandro Aura, en el sexto aniversario de su fallecimiento, con el Primer Premio de Poesía Joven con el nombre del vate, el cual correspondió a Mayco Osiris por su poemario “El revés de esta luz”.
De igual forma, la dependencia presentó este año una serie de propuestas escénicas como “Punto de cruz”, escrita y dirigida por Hugo Arrevillaga, que abordó la pérdida de los seres queridos, una etapa inevitable en la cual se vive llanto, sufrimiento y desconsuelo ante el tema de la muerte.
“María (Tina Modotti)”, de la dramaturga Zaida Rico, bajo la dirección de Haydeé Boetto y Gabriel Figueroa Pacheco, reflexionó en torno a la vida y la muerte de la fotógrafa Tina Modotti (1896-1942).
La compañía Perro Teatro ofreció la obra “Palabras de amor en alemán”, escrita y dirigida por Gilberto Guerrero, sobre el drama de cuatro emigrantes mexicanos en una ciudad del primer mundo, de cómo enfrentaron la vida y cómo miran a su país desde la distancia.
Por su parte, la agrupación Aporía Teatro presentó la obra “Donde van a morir los pájaros”, bajo la dirección de Javiera Núñez, acerca del desarrollo en torno a los conceptos de familias, apocalipsis y destino, situando a Caín y Abel como los últimos hermanos en la historia que se debaten entre luchar por la supervivencia y escribir su destino.
Otra producción fue “Cómo no estar solo”, de Juan Carlos Franco, bajo la dirección de Martha Rodríguez Mega, con la historia de una pareja perfecta, a la cual la rutina empieza a afectar y para evitarlo inventan una forma de escapar: contar una historia distinta cada noche, usándose a sí mismos como personajes.
Por su parte, Les Migrants Quartet ofreció su espectáculo de teatro cabaret, cuyo temática principal fue la migración, una de las prácticas más comunes que se manifiesta a lo largo de todo el mundo.
Esta agrupación interpreta piezas musicales al estilo del gypsy jazz, acuñado por el guitarrista europeo Django Reinhardt en los años 30, así como el uso del jazz manouche, el cual emergió de la fusión del swing parisino con la música gitana.
También durante este año se rindió un homenaje a Paco de Lucía, que convocó a estudiantes, aficionados, ejecutantes profesionales de guitarra clásica para ser parte de un gran ensamble que interpretó el tema “Entre dos aguas” y algunas otras piezas clásicas.
Además, se realizó un concierto con integrantes de la Comunidad de Flamenco en México y se contó con la participación testimonial de amigos y compañeros del músico Paco de Lucía.
El grupo mexicano de música electrónica Lumínico presentó su espectáculo “Fronteras/Límites”, un concierto visual y sonoro para flauta, percusión, violonchelo, música electrónica y video que analizó las consecuencias humanas de la existencia de fronteras en el mundo.
En el terreno dancístico, la Compañía Mexicana de Danza Contemporánea rindió un homenaje a quien fue uno de sus fundadores a través de “Gala dancística In memoriam Guillermo Arriaga”, maestro que junto con Rodrigo González, fundó en 2007, la agrupación y continuó dirigiéndola hasta su fallecimiento en enero de 2014.
El homenaje fue organizado por Rodrigo González, cofundador de la compañía, misma que ha recuperado diversas piezas del repertorio nacional y se ha presentado en los recintos importantes de México y en el extranjero, para acercar al público de distintas generaciones a las raíces de la historia nacional.
Otra propuesta fue la que presentó la compañía Cuatro x Cuatro que plasmó su espectáculo “Habitante”, un proyecto coreográfico, visual y de recorrido que expone al cuerpo y al contexto como espacios de residencia con ayuda de cuatro agentes creativos.
Concebida y dirigida desde el cuerpo, la puesta se basó en cuatro agentes creativos: acreditación, instalación visual y sonora, canje y paisaje; todo esto construyó un aparente azar y mostró atmósferas simultáneas que dirigieron el movimiento, el contexto y la coreografía.
El área de Danza Clásica de la Escuela de Iniciación a la Música y a la Danza del Centro Cultural Ollin Yoliztli, presentó el ballet “El Cascanueces”, bajo la dirección de Mirtha García González, que recrearon la historia clásica con música de Piotr Ilich Tchaikovsky, original de Lev Ivanov, libro de Marius Petipa.
Ante una gran respuesta del público, se presentó el espectáculo “Danza Japonesa-Ginreikai” a cargo de escuelas japonesas, que incluyó bailes como el del ave fénix, animal místico y a la vez espiritual que simboliza la majestuosidad del universo de las aves llevando hasta Dios.
Para los bailes se utilizaron kimonos, traídos de Japón, con los abanicos, sombrillas y los uchikakes (batas largas). La música fue una mezcla de instrumentos modernos como guitarra eléctrica y batería con el shamisen (tambor japonés).
Ademas, la Secretaría de Cultura capitalina celebró el 75 aniversario del exilio español en México a través de un sello conmemorativo; un mapa virtual sobre el tema a partir de un entorno digital interactivo y colaborativo para la escritura abierta, común y plural, accesible desde cualquier ordenador conectado a Internet.
El Museo de la Ciudad de México albergó la exposición “El exilio español en la Ciudad de México. Legado cultural”, propuesta orientada al conocimiento integral del papel que desempeñó el exilio republicano en la vida cultural del país.
Por otra parte, la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM), bajo la dirección de José Areán, ofreció durante el año una serie de conciertos con programas que incluyeron piezas de destacados compositores y en sus últimas presentaciones un homenaje al director Luis Herrera de la Fuente, fallecido el pasado 5 de diciembre.
Entre los conciertos que ofreció la OFCM, destacó la presencia del violinista Alfredo Reyes Logounova, quien interpretó la pieza “Concierto para violín” de Dmitri Shostakovich; la presentación de la Gala de Ópera con jóvenes cantantes del Estudio Ópera de Bellas Artes, que formó parte de la muestra y difusión del talento en la interpretación y creación de música mexicana.
El programa incluyó piezas de Carlos Chávez (1899-1978), Silvestre Revueltas (1899-1940), Blas Galindo (1910-1993), Arturo Márquez (1950) y José Pablo Moncayo (1912-1958), entre otros.
Previo a los conciertos sabatinos, el director José Areán ilustró a los asistentes sobre las obras que interpretaría la orquesta, con el objetivo de que la presentación resultara más plena y reforzar así los vínculos con el público.
En cada plática brindó información para comprender, apreciar y conocer más de cada una de las piezas y los compositores.
La agrupación cerró sus presentaciones en la Sala Silvestre Revueltas con el “Concierto Navideño” en que se le brindó un homenaje a Herrera de la Fuente con piezas como “Un festival navideño” y “Viaje en trineo”, ambas de Leroy Anderson (1908-1975) y “Suite No. 1 en do mayor, BWV 1066”, de Juan Sebastian Bach (1685-1750), entre otras.
NTX
