La Secretaría de Salud capitalina informó que no se detectaron riesgos de contaminación en pescados y mariscos, por lo que el producto analizado hasta el momento está en condiciones óptimas para el consumo.
Destacó que para llevar ese control durante la cuaresma se puso en marcha el operativo de vigilancia sanitaria Ponte Trucha, a través del cual se analizaron en mercados y establecimientos los pescados y mariscos que venden.
En ese sentido, indicó que sólo se detectó en un puesto de distribución del mercado de la Nueva Viga ostionería y pescadería diversa en mal estado, por lo que se incautaron 23 kilos del producto.
Señaló que el aseguramiento y la destrucción del producto en un momento son medidas de seguridad que la Agencia de Protección Sanitaria está obligada a realizar.
En un comunicado, el director de Alimentos, Bebidas, Otros Servicios y Control Analítico de la Agencia de Protección Sanitaria de la Sedesa, José Francisco Peña Quintana, señaló que al día de hoy se realizaron 157 análisis sobre salmonella.
Asimismo sobre Vibrio parahaemolyticus, Staphylococcus aureus, Escherichia coli y Vibrio cholerae a muestras levantadas de alimentos marinos, crudos y cocidos, para establecer que el producto no pueda causar daño alguno a la salud.
Resaltó que con motivo del periodo de la cuaresma se intensificaron acciones con más de 187 visitas de verificación y fomento sanitario en los mercados públicos, restaurantes, ostionerías y marisquerías.
Ello, abundó, con el objetivo de establecer el estado de conservación de los productos del mar y que los lugares cumplan con las medidas básicas de higiene.
Peña Quintana comentó que el no detectar riesgo alguno en los estudios practicados significa un importante resultado de esta campaña que la dependencia impulsa.
Ello porque se hacen con el fin de sensibilizar a los locatarios y consumidores de pescados y mariscos sobre la necesidad de llevar a cabo medidas de protección sanitaria en la venta, preparación y compra de productos de mar en esta temporada.
Para tal propósito, anotó que los inspectores también verifican que el producto se mantenga en las mejores condiciones de conservación, almacenamiento y expendio, para que no provoquen una enfermedad a la población que lo consuma.
Resaltó que como parte del operativo Ponte Trucha también se distribuyeron materiales informativos, en los cuales se explica cómo identificar que los productos se encuentran en buen estado de conservación.
Subrayó que la dependencia está facultada para imponer amonestaciones y apercibimientos y, en un caso muy severo, puede aplicar una clausura o una suspensión total de actividades de un local, pero hasta el momento no se realizó alguna por no presentar un grave riesgo en esa magnitud.
De esta manera, añadió que la Secretaría de Salud local contribuye a la protección de la salud de la población de la ciudad con un programa proyectado a disminuir la exposición a riesgos sanitarios por alimentos y propicia una cultura de calidad, tanto en manejadores de alimentos como en consumidores.
NTX