No hay nada más poderoso que la acción conjunta de mil millones de personas, el cuidado del medio ambiente requiere la participación de ciudadanos organizados y conscientes.
Es importante reflexionar en nuestros hábitos de consumo y actitudes hacia el cuidado y protección del ambiente. En nuestra casa, trabajo, comunidad o escuela podemos iniciar actividades concretas para mejorar el entorno.
En la calle:
- No tires basura.
- Evita quemar basura, hojas y otros objetos.
- Riega las plantas en la noche o muy temprano, cuando el sol tarda más en evaporar el agua.
- Junta el agua de la regadera y reutilízala para regar las plantas o el jardín.
En la escuela:
- Para tus bebidas, utiliza contenedores que se puedan usar muchas veces.
- Usa las hojas de papel por ambos lados.
- Las latas pueden ser lapiceros o macetas.
- En el recreo come frutas y verduras; bebe agua pura.
- Los residuos orgánicos (cáscaras de frutas, sobrantes de comida, servilletas de papel, pasto, hojas, ramas) deben de ir en un contenedor especial.
- Aplasta las latas de aluminio.
- Aplasta todos los envases y botellas de plástico y cartón.
En el hogar:
- No abuses de los productos de limpieza.
- Reutiliza el agua que hayas utilizado para limpiar o enjuagar.
- Al lavar los trastes, no arrojes por el drenaje los residuos.
- Al lavar los trastes, enjabónalos con la llave cerrada y enjuágalos rápidamente bajo un chorro de agua moderado.
- Lava las verduras en un recipiente con agua.
- Utiliza la lavadora sólo para cargas completas y utiliza poco jabón y/o detergente.
En el trabajo:
- Apaga el equipo a tu cargo cuando no lo estés utilizando (computadora, impresora, bocinas, reguladores).
- Al finalizar tu jornada de trabajo verifica que las luces de tu área de trabajo estén apagadas.
- Optimiza el uso del aire acondicionado.
- Utiliza el papel prudentemente y aumenta el uso de archivos electrónicos.
- Utiliza preferentemente el correo electrónico para envío de documentos, en especial si lleva varios C.C.P.
- Aprovecha al máximo la luz y ventilación natural.
En el transporte:
- Reduce el uso de tu automóvil en la medida de lo posible.
- Procura transportarte junto con otras personas.
- Emplea más a menudo el transporte público.
- Evita que se sobrellene el tanque de gasolina, así evitas derrames y que se evaporen los compuestos de gasolina.
- Afina tu coche y llévalo periódicamente al servicio.
- Asegúrate de que los neumáticos tengan la presión de aire adecuada. Esto mejorará el desplazamiento del vehículo y ayudará a ahorrar gasolina.
- No conduzcas a altas velocidades y evita frenar o arrancar repentinamente, ya que esto genera un mayor consumo de combustible.
SEMARNAT